Si estás aburrido, si las cosas no cambian, si todo es lo mismo, si el encanto se ha perdido, definitivamente apesta a viejo, no hay novedad, la caducidad se mezcla con el ambiente de la cotidianidad.
En cambio lo nuevo es atractivo, es aire fresco para el encierro de la rutina. Vemos novedades todos los días, en un nuevo libro, en las películas de estreno, en una nueva app, en un nuevo tema o nuevo virus, en un nuevo empleo, en un nuevo coche, en una nueva relación. Las notificaciones nos emocionan porque esperamos algo nuevo, aunque después nos decepcionemos porque es la misma oferta de siempre.
Lo nuevo nos mantiene vivos, en el momento presente, hasta que se estanca y no avanza.
El factor novedad tiene mucho a favor, de entrada el interés, “NUEVO” sigue siendo una palabra mágica en la publicidad, hay expectativa. Para muchos la novedad es un salvavidas, para otros, un distractor, pero nunca pasará desapercibido. Cuando tú ofreces el factor novedad, ya sea por un nuevo producto o servicio, o eres nuevo en una empresa, tienes la atención a tu favor, de ti depende sorprender, dar soluciones, romper esquemas, innovar, hacer ruido, hacer cambios y ser constante, mantener tu perfil de nuevo el mayor tiempo que se pueda y no convertirte en parte del escenario.

Te dejo cinco recomendaciones para que nunca dejes de innovar y mantengas tu espíritu creativo siempre funcionando.
1-Hazte el hábito de innovar
Se escribe fácil, pero como todo, los hábitos requieren disciplina y constancia, hacer aunque los resultados no sean visibles en el corto tiempo, retarte a ti mismo con la frase “¿Qué de nuevo haré el día de hoy?”.
Tener una libreta de ideas a la mano, implementar las de fácil acción, planear las de largo plazo, pero hacer. Esto te mantendrá con una chispa y motivación cada mañana. Siempre hay tiempo para las ideas ¿10, 15, 30 minutos?
2-Actualízate, el que tiene la información es quien lleva la delantera.
Cuando no sabes por dónde empezar, lo recomendable es tener datos, información, novedades, tendencias, acciones que están cambiando, todo esto para inspirarte, para conectar, para implementar, también para sustentar que lo que se está haciendo puede ser mejor.
Tienes todo el internet para hacerlo, revistas, libros, podcast, blogs, redes sociales.
¡Todo!
3-Pequeños cambios, grandes cambios
Muchas veces un pequeño cambio no hace ruido como un gran cambio, otra veces un pequeño cambio hace una gran diferencia, todo es mejorable, implementa en cada ocasión una innovación, en la cocina, en los correos, en tu lugar, en la forma de saludar, en la hora de salida, hay mucho por innovar.
4-Innovar, probar, ajustar.
Puede suceder que el resultado de la propuesta no es lo que esperabas, no es tan mágico como se veía en tu mente, pero no quiere decir que no sea valioso. Analiza el resultado desde todos sus ejes, donde se puede mejorar, hasta donde puede llegar, ajusta y prueba de nuevo.
5-Cambia. Si de plano ese lugar no te deja innovar, no es para ti.
Suena drástico, pero si no te divierte estar en un lugar donde la monotonía impera, cambia, lleva tu energía creativa a otro lado.
Recuerda, somos creadores por naturaleza, por lo tanto en nosotros está el crear.
